II Congreso PCC
Del 17 al 20 de diciembre de 1980
El 27 de diciembre de 1979, durante el Segundo Período de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, se aprueba la denominación del año 1980 “Año del II Congreso”. Resultó la antesala del llamamiento oficial que tuvo lugar el Día Internacional de los Trabajadores, en mayo de 1980.
Había transcurrido un quinquenio luego del I Congreso, periodo en el cual el pueblo cubano enfrentó numerosos asedios. Fue una etapa marcada por actos terroristas y provocaciones alentadas por Estados Unidos, algunas de las cuales devinieron en hechos como el de la Embajada de Perú, lo cual trajo como consecuencia la Operación Mariel; así como la campaña de propaganda imperialista en torno a estos sucesos.
Sin embargo, en el quinquenio 1975-80 Cuba obtuvo logros sobresalientes desde muchos ámbitos. Se hizo un enorme esfuerzo en la industrialización de la nación. Las inversiones destinadas a este objetivo triplicaron a las del quinquenio anterior, lo cual correspondía a los acuerdos del I Congreso.
El promedio de la producción de azúcar registró un incremento de un 25% en relación con el lustro anterior, aún cuando la roya de la caña había afectado un 30% de las plantaciones. Los rendimientos agrícolas subieron como promedio de 60 mil 200 arrobas por caballería, en contraste con las 49 mil 900 obtenidas en el periodo 1971-1975. Las inversiones en la industria azucarera fueron más del doble que en la etapa de referencia.
En la agricultura no cañera todos los renglones aumentaron, menos el tabaco que fue arrasado por la aparición del moho azul, virus letal introducido como parte de la guerra biológica contra Cuba. Esta plaga dañó en un 90% la campaña 1979-80. En los primeros meses de 1980 también el país tuvo que enfrentar en dos de las provincias orientales la epidemia de la fiebre porcina, otro virus biológico introducido en Cuba desde EUA.
A pesar de que los precios del azúcar cayeron drásticamente y que se situaron a 9 centavos de dólar la libra, aproximadamente un 55% del promedio mundial de su costo de producción, la economía cubana en el quinquenio registró un crecimiento promedio anual del Producto Social Global de un 4%.
Las relaciones establecidas con los países socialistas de Europa del Este, miembros del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), contrarrestaron en gran medida los efectos nocivos de las constantes fluctuaciones de los precios internacionales y la acción del intercambio desigual.
El pueblo cubano se vio respaldado además, por el apoyo de países con los que mantenía estrechas relaciones, en particular con los que integraban el Movimiento de los Países No Alineados (MNOAL).
En el período se produjo también la creación de los órganos del Poder Popular en todo el país y se reorganizó la administración central del Estado, integrada por el Consejo de Ministros, su Comité Ejecutivo y los organismos centrales que, inicialmente fueron 43 y luego se redujeron a 35. A partir de ese momento se constituyeron 14 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud.
En el ámbito institucional, constituye un hito la promulgación de la Constitución Socialista de la República de Cuba, el 24 de febrero de 1976. En su Capítulo I, denominado » Fundamentos políticos sociales y económicos del Estado», artículo 1, expresa: «Cuba es un Estados socialista de trabajadores, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos, como república unitaria y democrática, para el disfrute de la libertad política, la justicia social, el bienestar individual y colectivo y la solidaridad humana». Asimismo, en su artículo 5 manifiesta: «El Partido Comunista de Cuba, martiano y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista.»
En el quinquenio tienen lugar múltiples eventos en Cuba de impacto internacional, sobresaliendo la VI Cumbre del MNOAL, el XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes y el Primer Vuelo Espacial Conjunto Soviético-Cubano.
En aquel entonces la situación internacional se caracterizó por una crisis experimentada por el capitalismo después de la Segunda Guerra Mundial, lo cual trajo consigo una etapa de estancamiento de las condiciones de vida en el mundo subdesarrollado. El endeudamiento de los Países del Tercer Mundo se multiplicaba, mientras que los gastos militares de las potencias aumentaban vertiginosamente. El imperialismo convirtió a Centroamérica en un foco de guerra mientras apoyaba a regímenes castrenses del continente.
Un mes antes de la realización del II Congreso, Ronald Reagan ganaba las elecciones en Estados Unidos y en su plataforma política incluía las amenazas de bloquear militarmente a Cuba bajo cualquier pretexto.
El Movimiento de Países No Alineados, cuya presidencia había asumido Fidel Castro en 1979, debió enfrentar una coyuntura compleja, por el apoyo incondicional que ofreció Cuba al principio inalienable de los pueblos, como fueron los casos de Etiopía en la lucha por su liberación y el reconocimiento del pueblo saharahui.
Por su parte, actividades relevantes del Partido entre su I y II Congresos pusieron de manifiesto la dinámica de la organización en el cumplimiento de las principales Tesis y Resoluciones. Se constituyen así los buroes ejecutivos y aparatos auxiliares del Partido Comunista de Cuba en las instancias provinciales y municipales, de acuerdo con la nueva división político- administrativa del país.
Se realizaron los plenos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y se celebra el Activo Nacional del Partido presidido por el Comité Central donde Fidel Castro analiza acerca de la marcha de las principales tareas y problemas de la construcción económica, otras cuestiones de interés y las fundamentales actividades del Partido, del Estado y del pueblo en el periodo inmediato.
Desde la convocatoria del Congreso hasta su realización se efectuaron actividades preparatorias como las asambleas de balance, la elección de los candidatos, entre otras.
El Congreso fue celebrado en el Palacio de las Convenciones, en la capital cubana. Las palabras de apertura estuvieron a cargo del segundo secretario, Raúl Castro.
Participaron 1772 delegados, de un total de 1780 electos, así como numerosos invitados nacionales y de organizaciones hermanas de otros países; entre ellos 142 partidos comunistas. Varios de los representantes de estos partidos se pronunciaron, como fue el caso de Rodney Arismendi, del Partido Comunista de Uruguay, y Maurice Bishop, del Movimiento de la Nueva Joya de Granada.
En la presentación del Informe al II Congreso, el compañero Fidel Castro expuso un balance crítico del período entre 1975 y 1980. Durante las sesiones se analizó la situación económica y los aspectos relacionados con la perspectiva hasta el año 2000.
En este sentido se analizaron los objetivos principales de la economía global; la consolidación y el perfeccionamiento del Sistema de Dirección y Planificación de la Economía (SDPE); la orientación de las inversiones básicas; la distribución territorial de las fuerzas productivas; el desarrollo de la ciencia y de la técnica; la protección del medio ambiente y de los recursos naturales; el desarrollo agropecuario, de las construcciones, del transporte y las comunicaciones; así como el desarrollo de la educación y la cultura; de la salud pública; aunque también se evaluaron temas acerca del comercio interior y los servicios a la población y las relaciones económicas internacionales.
Se examinaron y aprobaron las proyecciones futuras para el quinquenio 1981-1985 y las líneas generales de la política nacional e internacional.
Como resultado de las comisiones quedaron aprobadas las Resoluciones siguientes:
- Sobre la Plataforma Prográmatica del Partido
- Sobre la Vida Interna del Partido.
- Sobre los Estatutos del Partido Comunista de Cuba.
- Sobre la Política de formación, selección, ubicación, promoción y superación de los cuadros.
- Sobre la Lucha Ideológica.
- Sobre los estudios del marxismo-leninismo en nuestro país.
- Sobre la política en relación con la religión, la iglesia y los creyentes.
- Sobre los medios de difusión masiva.
- Sobre política educacional.
- Sobre la ciencia y la técnica.
- Sobre la cultura artística y literaria.
- Sobre la cultura física y el deporte.
- Sobre el perfeccionamiento de los órganos del Poder Popular.
- Sobre la política internacional.
- Sobre la formación de la niñez y la juventud.
- Sobre el pleno ejercicio de la igualdad de la mujer.
- Sobre la cuestión agraria y las relaciones con el campesinado.
- Sobre el Sistema de Dirección y Planificación de la Economía.
Uno de los acuerdos fundamentales fue la aprobación del Comité Central del PCC , así como del Buró Político y el Secretariado.
Dirección del Partido electa
Buró Político
- Fidel Castro Ruz
- Raúl Castro Ruz
- Juan Almeida Bosque
- Ramiro Valdés Menéndez
- Guillermo García Frías
- José Ramón Machado Ventura
- Blas Roca Calderío
- Carlos Rafael Rodríguez Rodríguez
- Osvaldo Dorticós Torrado
- Pedro Miret Prieto
- Sergio del Valle Jiménez
- Armando Hart Dávalos
- Arnaldo Milían Castro
- Jorge Risquet Valdés-Saldaña
- Julio Camacho Aguilera
- Osmani Cienfuegos Gorriarán
Secretariado
- Primer Secretario: Fidel Castro Ruz
- Segundo Secretario: Raúl Castro Ruz
- Pedro Miret Prieto
- José Ramón Machado Ventura
- Jorge Risquet Valdés-Saldaña
- Antonio Pérez Herrero
- Jesús Montané Oropesa
- Lionel Soto Prieto
- Julián Rizo Alvarez
Miembros suplentes
- Abelardo Colomé Ibarra
- Senén Casas Regueiro
- Sixto Batista Santana
- Antonio Pérez Herrero
- Humberto Pérez González
- Jesús Montané Oropesa
- Miguel Cano Blanco
- Vilma Espín Guilloys
- Roberto Veiga Menéndez
- José Ramírez Cruz
- Armando Acosta Cordero
Presidente del Comité Nacional de Control y Revisión
- Juan Almeida Bosque
La prensa cubana dejó constancia de la significación del evento, incluso en el plano internacional.
El Congreso fue clausurado en un acto de masas en la Plaza de la Revolución “José Martí”. En su discurso de clausura, el compañero Fidel enfatizó en “la sólida, profunda, indestructible vinculación de nuestro Partido con las masas. Se confirma así la gran verdad de que el Partido es el Partido de nuestro pueblo, y que nuestro Partido existe por el pueblo y para el pueblo.”
Consulte además:
Fuentes consultadas:
- Pagés, Raisa. II Congreso del Partido. Con los mismos principios. En: Granma, 1 de octubre de 1997, p.5.